Resumen
El hombre como ser humano, necesita desempeñarse en tareas que procuren
su bienestar, al depender de éstas para su supervivencia, busca la manera de
ejecutarlas de la mejor forma posible. Razón por la cual el trabajo, considerado
como una actividad indispensable, es realizado en pro de la transformación de
la naturaleza con el fin de mejorar su calidad de vida.
Son en estas actividades realizadas por los individuos que existen factores
que intervienen y que afectan en el rendimiento necesario para desempeñarlas
adecuadamente como por ejemplo la salud, definida como un estado de
bienestar físico, mental y social y no solo como la ausencia de enfermedad. Si
el individuo cuenta entre otros, con buena salud, podrá realizar las tareas
encomendadas. (Zúñiga, 2004)
Por esto es importante que el ambiente de trabajo, siendo éste las
condiciones que rodean a la persona, y que directa o indirectamente influyen
en su estado de salud y en su vida laboral, sean propicias para que se puedan
desarrollar. (Zúñiga, 2004)
Es necesario conocer cuáles son los impedimentos que no permiten que se
den las condiciones necesarias para llevar a cabo estas actividades, como por
ejemplo algunas enfermedades tanto físicas como mentales, generadas a partir
de la exposición del individuo a ciertas circunstancias como los riesgos
psicosociales, definidos en 1986 por la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), como aquellos aspectos de la concepción, organización y gestión del
trabajo, así como de su contexto social y ambiental que tienen la potencialidad
de causar daños físicos, sociales o psicológicos en los trabajadores. Estos
riesgos psicosociales pueden entorpecer la viabilidad de que el trabajo se
presente de manera adecuada y el trabajador vea afectada su salud.