En las embarcaciones, las estructuras navales son comúnmente afectadas por explosiones, generadas por elementos inflamables, las cuales se manifiestan sobre la estructura de la embarcación por medio de procesos de deformación plástica o rotura, lo que podría producir la inhabilitación de estas. Las abolladuras generadas por una explosión, producen una pérdida de la resistencia estructural en los componentes deformados. Esta resistencia estructural se encuentra relacionada con la magnitud de los esfuerzos y deformaciones residuales desarrolladas y con los posibles efectos visco-plásticos producidos por una carga explosiva.