Las enfermedades transmisibles son un problema tan antiguo como la humanidad, de ahí que uno de los principales objetivos del hombre sea la creación e implementación de programas relativos a la vigilancia y control de estas enfermedades (Sánchez, 1998). El ser Humano al ser ente integral en un mundo, tiene unas características concebidas para la existencia y preservación de los seres vivos, y cualquier déficit o desequilibrio podría ocasionar cambios que repercutirían en la relación salud-enfermedad de la especie humana (Sánchez, 1998). El estudio del proceso (salud-enfermedad) está determinado por elementos de la estructura y funcionamiento biológicos, así como por condiciones internas del sujeto, tales como procesos psíquicos cognoscitivos, procesos afectivos y formaciones psicológicas complejas de la personalidad y por elementos de índole social y del entorno. Es en esta área de la salud humana, que la interdisciplinariedad entre las Ciencias Biológicas, la Psicología y la Sociología tendrá que afrontar los mayores desafíos, pues la influencia de cada uno de estos niveles sobre el proceso de salud se encuentra en gran medida por determinar (García -Viniegras & Martínez Canals, 1997).