En todos los períodos históricos, las sociedades han afrontado crisis ambientales. Las que no han desarrollado mecanismos físicos y simbólicos para superarlos han desaparecido. Hoy también la sociedad está enfrentada a una honda crisis ambiental que es tan antigua como el hombre mismo variando únicamente su dimensión y escala. El sueño de progreso interminable destruye la naturaleza y pone en peligro la vida misma. La raza humana tiene el deber de proteger y en el mejor de los casos mejorar las condiciones del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras. De la misma forma es un derecho natural y fundamental el disfrutar de la libertad, de la igualdad y de las condiciones de vida adecuadas en un medio de calidad tal que le permita al hombre llevar una vida digna y gozar de bienestar