Abstract
Visiones, imágenes, concepciones, ¿conocemos lo que piensan, sienten, sufren
los jóvenes que habitan las ciudades del país? ¿Se desarrollan planes, diseños
estratégicos y políticas públicas con base en las formas y modos de vivir de
quienes día a día conviven con las problemáticas en las que se encuentra
sumergida Colombia?
Nada fácil dar respuesta a estas preguntas, es cierto, pero es precisamente el
afán por contribuir a la transformación de la sociedad, la que ha llevado a diversos
investigadores a plantearse la necesidad de indagar sobre los procesos de
producción de significados, de percepción de la realidad, entre otras categorías de
los diversos grupos sociales, tribus urbanas, en fin, de quienes conviven en
determinado territorio, para de esta forma hacer más certera la formulación de
proyectos e iniciativas públicas que den cuenta de dichas realidades.
Por ende, es necesario comprender, que la ciudad en primera instancia, no está
ligada única y exclusivamente a los edificios, calles y lugares comunes que en
estas se construyen, por el contrario, la ciudad es una amalgama de territorios,
expresiones humanas, culturas y un sin número de manifestaciones espaciales y
temporales que le van dando forma.
Así, la ciudad se habla, se narra, se canta, se imagina, de forma colectiva o
individual, se construyen discursos e imágenes, se interpreta, hay una clara
incidencia en el ámbito de lo social, y no solo en el urbanístico. Y es allí en donde
la ciudad, toda ella, se encuentra con la ciudadanía, con esa posibilidad real y
concreta de participar de ella, de sus espacios, lugares y no-lugares desde donde
es clara la construcción de la democracia desde la ciudadanía civil, política y
social.