Resumen
“En qué lío me he metido, pensó en ese momento el nuevo gerente de la tienda,
cuando la presión se hacía más intensa, pues en un principio no había dimensionado el
tamaño del problema y no solo por las condiciones propias del reto enfrentado, sino por
el voltaje de las descargas de factores externos con alta incidencia en el desarrollo de
la situación, que dejaba por el suelo el ánimo del equipo directivo de la tienda, un
equipo que no llevaba más de 6 meses luchando por salvar el barco”. Era febrero de
2013, 6 meses después del remezón que sacudió a Homecenter Constructor en
Cartagena.
La tienda estaba sitiada por el desorden, la falta de control y de disciplina, la
indiferencia, el caos y la profunda incertidumbre y falta de fe.
Media tienda se había ido y el nuevo equipo directivo de la misma debía
aprender, sobre la marcha y operación, las rutinas, procesos y procedimientos
generales y sobre sus cargos. Cada quien contaba con un equipo de trabajo
compuesto de gente antigua y nueva; lleno de expectativas, incertidumbres y miedos,
al no saber qué vendría y qué pasará con cada uno de los integrantes. Para colmo de
males, con equipo nuevo y todo, hubo que retirar a un par de ellos debido a las malas
prácticas, que fruto de su experiencia en otras empresas, quisieron instaurar en
Homecenter Cartagena.