Resumen
Existe una tendencia mundial en cuanto a la reglamentación de todos los procesos
industriales del hombre, la cual consiste en la búsqueda de la seguridad humana y
la preservación del medio ambiente. Y a su vez, todo lo anterior bajo un marco de
calidad y productividad.
El sector energético, y siendo más especifico el sector eléctrico, no escapa a esta
directriz. La reglamentación de las instalaciones eléctricas en procura de tener
sistemas cada vez más seguros y eficientes pasó de ser de una necesidad a ser
una realidad. De ahí que en nuestro país, el Gobierno Nacional, a través del
Reglamente Técnico de Instalaciones Eléctricas (RETIE) exija el cumplimiento de
los requisitos mínimos de seguridad y eficiencia en toda instalación eléctrica.
A pesar de lo anterior, este reglamento tiene un campo limitado de acción, por lo
que ciertos ambientes que presentan características particulares, ya sea por
disposición física o por características técnicas, no se encuentran establecidos
dentro de los lineamientos legales del RETIE. Dentro de estos casos de
excepción se encuentra las instalaciones eléctricas en navíos.
A este evento surgió una primera respuesta consignada en un trabajo de grado
titulado Reglamento Instalaciones Eléctricas para Navíos “RIEN”, con el propósito
de suplir la necesidad existente de crear una herramienta cuyo cumplimiento
conlleve a la seguridad de los tripulantes a bordo de una embarcación,
manteniendo obviamente la integridad de la instalación eléctrica. Por otro lado, la
consecución de este reglamento permitiría además de lo anterior, a una mayor
competitividad para la industria naval de nuestro país con respecto a la región y al
mundo.