Abstract
Los sistemas de eventos discretos están compuestos por elementos que
manejan entidades discretas, es decir enumerables y diferenciables entre si
(piezas, mensajes, archivos, etc.). Su funcionamiento esta caracterizado por
una sucesión de estados estables delimitados por eventos que ocurren;
generalmente, de manera asíncrona. Como ejemplos de estos sistemas, se
observa los sistemas operativos de computadoras y los sistemas de
manufactura y sus controladores. Para el análisis de sistemas ya existentes,
diferentes pruebas que incluyen la simulación pueden aplicarse al modelo con
el fin detectar problemas o bien para obtener información sobre el
comportamiento del sistema o de una parte de él.
La legibilidad del modelo y las técnicas de análisis dependen de la herramienta
o formalismo adoptado, por lo que es importante una adecuada selección de
este. Es importante también, tener en cuenta si un formalismo tiene
desarrollados métodos que conduzcan a la implementación del sistema. Entre
los formalismos que existen actualmente, se destacan las redes de Petri por
sus características surgidas de su naturaleza grafica y su soporte matemático
simple: con claridad en la descripción y facilidad para representar
comportamientos complejos que incluyan secuencias, concurrencia,
paralelismo, sincronizaciones e intercambios de información.