Los modelos de propagación estiman o predicen el comportamiento de una señal en un ambiente específico y tradicionalmente se han centrado en la predicción de la intensidad de la señal a una cierta distancia del transmisor, así como la forma su variación en la proximidad espacial de un lugar determinado. Los principales usos de los modelos de propagación son entre otros: la estimación del área del radio de cobertura de un transmisor, planeación de las redes de los operadores que prestan servicios de radio, estimar la atenuación y pérdidas por trayectoria. Para concebir estos modelos, se encontró una correlación entre la intensidad de la señal recibida y otros parámetros tales como alturas de antena y perfiles del terreno, a través de la utilización de la medición extensa y análisis estadístico.