Abstract
Se estima que la profesión de economista en Colombia surgió en la década de 1930, pero ya desde la anterior década, instituciones recién creadas a instancias de la Misión Kemmerer como el Banco de la República, la Contraloría General de la Nación y la Superintendencia Bancaria, empezaron a demandar profesionales con algún conocimiento en Economía. En las últimas décadas la investigación económica en Colombia se convirtió en una actividad realizada en el contexto de una comunidad virtual, con audiencias externas, en instituciones de investigación públicas y privadas, que han desplazado de ese papel a las universidades. Esta transformación debilitó la posibilidad del surgimiento y consolidación de una comunidad académica en la investigación académica colombiana. De los 47 programas en economía, en no más del 25% de ellos (Universidad de los Andes, Javeriana, Externado, Rosario, Nacional, Antioquia y Valle) se adelanta investigación con cierto rigor académico. Además de estas universidades, la investigación se reduce a unas pocas instituciones como el Banco de la República, Departamento Nacional de Planeación, y algunas pocas de carácter privado como Fedesarrollo. El reto para las universidades y facultades de economía del país está en mejoramiento de los procesos de investigación, para lograrlo, se debe buscar la formación de profesionales competentes preparados para enfrentar los desafíos de la disciplina económica en el nuevo milenio.