Abstract
En los últimos tiempos la energía se ha convertido en un asunto de interés
internacional, debido al cambio del precio del petróleo, el calentamiento climático y
la eficiencia energética entre otros.
A partir de 1991 el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC)
ha emitido cuatro informes afirmando que el calentamiento atmosférico es real,
describiendo los procesos desarrollados para un mayor control, estimando el
cambio climático futuro y exigiendo a la comunidad internacional que promoviera
métodos para evitarlo, por esto se creó El protocolo de Kioto, el cual es un
instrumento legal que crea un compromiso con los países desarrollados en
estabilizar las concentraciones de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidas
a la atmosfera.
Teniendo en cuenta lo anterior, se puede observar que la energía eléctrica
representa el principal insumo que mueve al mundo industrial, sin ella, las
empresas se detendrían y las economías enteras entrarían en crisis, razón por la
cual saberla administrar es vital. Por esto se creó la norma ISO 50001:2011,
Sistemas de Gestión de la Energía – la cual es una Norma Internacional voluntaria
desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO), que
contiene los requisitos para la implementación de los Sistemas de Gestión de
Energía (SGEn) en las organizaciones.
Ahora bien, el modelo de gestión integral se desarrolla en el ámbito de tres etapas
fundamentales: decisión estratégica, instalación y operación, la implementación de
estas debe ser de forma sistemática con el propósito de aprovechar integralmente
todos los recursos disponibles en la empresa, lo cual permite analizar en forma
estratégica la organización en función de su consumo energético, su eficiencia, y
calidad en su producción, así como también el impacto que estos generan en la
productividad. Para lograr estos objetivos se ha llevado a cabo una serie de
medidas como la realización de auditorías energéticas, las cuales aportan
acciones de mejora para los SGEn.