Abstract
Actualmente, los problemas de salud que afectan a niñas, niños y adolescentes
latinoamericanos pertenecen al área psicosocial, por lo que se consideran alteraciones
psicopatológicas que repercuten tanto en ellos como en la comunidad (Garza, 2006).
En el mundo, esta población se encuentra vulnerable a una gran epidemia de
violencia, entendida como el proceso social que comprende múltiples formas de
agresión y tiene efecto multiplicador, que no sólo afecta a las víctimas, sino a los
victimarios. (Abdalá, Martinez, Villafuerte, & Alba, 2004).
Los delitos contra el normal desarrollo de las relaciones sexuales, la familia, la
infancia y la juventud se caracterizan por ser desagradables hasta llegar al grado
deshumanizante, estos suelen desencadenar crisis de impredecibles proporciones si se
tiene en cuenta que estos hechos cambian el modo en que la víctima se percibe a sí
misma y valora a los demás, así como las consecuencias psicosociales dentro de estas
etapas evolutivas, dados los traumas físicos - psíquicos que sufren (Morgue, 2006).
Según Ossandón (2002) el Abuso Sexual es un hecho que se presenta con
frecuencia en la sociedad, afectando en su mayoría a los niños (as) dentro del sistema
familiar o fuera de este. De esta manera, es la misma sociedad quien está obligada a
hacer frente a esta realidad, comprometiéndose y orientándose en los derechos de los
niños (as) que velen por su integridad emocional, física y social.
Esta problemática difícilmente se puede categorizar o describir, porque en su
desarrollo lleva implícito factores que involucran otros fenómenos sociales como el
consumo de drogas, delincuencia juvenil, violencia intrafamiliar, diferencias sociales,
analfabetismo, pobreza, represión familiar, entre otros. Dichos factores deterioran la
calidad de vida de los niños; pero no son elementos determinantes de todos los casos.
Cabe resaltar además que este fenómeno no tiene que ser una realidad constante de las
personas de escasos recursos, ni de los desplazados por conflictos armados; lo es
también para las clases sociales más favorecidas (Dirección General de Promoción y
Prevención & Ministerio de Salud, 2002).