Abstract
Es bien sabido que es necesario tratar el agua para utilizarla en diferentes propósitos, por
ejemplo, consumo humano, procesos industriales, recreación, estético, entre otros. Sin
embargo, estos usos pueden verse comprometidos si el recurso se contamina, lo cual sin duda
causa la pérdida de su valor económico y estético, convirtiéndose en una amenaza para la
salud humana, la vida acuática – terrestre, y demás especies que dependen de ésta.
Para abastecer de agua a las comunidades urbanas en el último siglo, se ha tratado ésta
mediante procesos físicos y químicos. En contraste, cuando se descarga como agua residual su
tratamiento sugiere procesos biológicos. No obstante, sin importar cuál sea la razón del uso del
recurso la necesidad de purificar y sanear las fuentes hídricas sigue prevaleciendo (Tsukamoto,
2002).
En el contexto particular del tratamiento de las aguas residuales bajo el esquema de
Tratamiento Primario Químicamente Asistido, más conocido en nuestro país como TPQA, es
necesario el uso de sustancias químicas para mejorar los procesos y operaciones unitarias al
interior de las Plantas de Tratamiento de Agua Residual – PTARs. En el manejo de sustancias
químicas es importante utilizar todas las estrategias necesarias para estimar las dosis óptimas
requeridas para lograr los efectos deseados en las especies sujetas a tratamiento. Por lo tanto,
es indispensable contar con metodologías que permitan rápida y eficientemente estimar y
validar las cantidades de químicos requeridos para asistir el tratamiento del agua residual.
El caso de estudio por excelencia en nuestro país de TPQA es la PTAR El Salitre que se
encuentra en la ciudad de Bogotá, en donde luego de conocer su funcionamiento actual, y de
forma más detallada el proceso de preparación de solución de polímero, se pudo determinar
que no existe una técnica rápida y eficiente para estimar y validar la concentración de
poliacrilamida en la solución de polímero preparada, objeto del TPQA.
Con el desarrollo de este trabajo se pretende solucionar dicha dificultad, lo cual traería
resultados positivos en cuanto a que se facilita la toma de decisiones por parte de los operarios
encargados de controlar la preparación y posterior dosificación de polímero en la planta para
que se efectúe los procesos de coagulación y sedimentación.
Así mismo, se conseguirían beneficios y mejorías en el rendimiento del polímero sobre el
presupuesto de funcionamiento de la planta, ya que la metodología ayudará a tener control en
las concentraciones de solución de poliacrilamida que deban ser preparadas.
Por lo anteriormente expuesto, se propone definir una metodología validada utilizando la
medida de la conductividad, involucrando los parámetros de control cinéticos que aportan al
proceso, permitiendo así la estimación de la concentración real de solución de polímero
preparado en planta, y proporcionando una solución a la dificultad presentada actualmente, al
no tener control total sobre esta actividad en particular.