Abstract
El presente trabajo es una apuesta al reto que implica la explotación sostenible de la tierra y
la seguridad alimentaria, dada la fuerte presión que se ejerce sobre la agricultura para
aumentar la producción de alimentos, bienes industriales y biocombustibles, debido a que
desarrolla principios del Supply Chain Management (SCM) en el diseño de cadenas de
suministro agroalimentarias.
El diseño de las cadenas de suministro agroalimentarias (Agrifood Supply Chain) se define
principalmente por los intereses de los agentes que las conforman, y en este sentido, los
intereses deben dirigirse hacia la distribución equitativa y justa de los rendimientos que
deja el flujo eficiente de materias primas agropecuarias, productos procesados e
información a lo largo de la cadena de valor. Sin embargo, en los países vía de desarrollo
esta condición no se cumple, puesto que los eslabones encargados de la comercialización y
transformación, generalmente son los más beneficiados, mientras que los pequeños
productores agrícolas, asumiendo los mayores riesgos, perciben menos utilidades.
Colombia no es la excepción y a esto se suma la situación de rezago del agro colombiano
cuya estructura social es débil. En 2015 el 40,3% de la población rural del país estaba en
condiciones de pobreza y el 18% en pobreza extrema (DANE 2015). De todos los hogares
rurales sólo el 36% cuenta con tierra, y cabe aclarar que esta tenencia se da en cantidades
insuficientes para alcanzar un nivel de producción sostenible y de vida adecuado. Mientras
el 69,9% de las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) tiene menos de 5 ha y ocupa el
4,8% del área censada, el 0,4% de las UPA tiene 500 ha o más y representa el 40,1% del
total del área, según la Encuesta de Calidad de Vida. Lo cual explica la alta concentración
de la propiedad en el campo, donde el coeficiente de Gini se mueve entre 0,8 y 0,9 (DNP,
2015).