Abstract
El mundo contemporáneo se caracteriza por una dependencia mutua entre los
Estados, es decir, ningún Estado puede actuar solo por muy poderoso que sea, lo que
trae a colación a Kriippendorff (1993), cuando afirma que “se vive en un mundo finito,
interdependiente, de pueblos obligados a estar en buenos términos entre sí o a
extinguirse juntos”. Esto significaría que las clases sociales no pueden existir al margen
de sus relaciones y luchas históricas (Thompson, 1984)
La globalización, pone de manifiesto esta interdependencia entre las economías
nacionales de un Sistema Económico Capitalista Mundial, caracterizada por un nivel
superior de la internacionalización del capital, que no se limita sólo a la producción, sino
que abarca al comercio, las comunicaciones, el transporte, la Cultura, las finanzas, los
servicios, lo social, lo político e ideológico.
Éstas circunstancias del mundo de hoy, caracterizado por la creciente
intervinculación entre los países y por la acumulación de graves problemas vinculados
al desarrollo de las economías, no ha sido ajena a América Latina y hoy ante la crisis
que atraviesan dos grandes potencias (Estados Unidos y la Unión Europea), es posible
ver dos economías regionales, mejorar su competitividad, gracias a un entorno
empresarial sofisticado, un extenso mercado interno y sólidas políticas
macroeconómicas (Brasil y México), por tal razón en el presente trabajo investigativo
mediante una investigación de tipo descriptivo se desarrolla el marco teórico sobre el
cual se fundamenta la economía mundial, para posteriormente introducir al lector en un
estudio de corte longitudinal, tratando mostrar el impacto que la crisis mundial ha tenido
en Latinoamérica, logrando así determinar que algunos países latinoamericanos se
encontraban mejor preparados que en crisis anteriores y que uno de los factores más
trascendentales para afrontar la crisis, es el reforzamiento en los sistemas financieros,
debiéndose, incluso, generar una revisión de las políticas fiscales.