Resumen
Vista norte de la casa de Madre de Dios. Construcción de bahareque con techo de palma, ventanales de madera con barrotes del mismo material. Un corredor circunda la estancia donde los horcones soportan el techo muy elevado que daba frescura a la casa. Árboles de uvita de playa dan sombra al frente; a la izquierda se alcanza a ver el muelle de la Colombia Products Co. En una punta de tierra a la orilla del mar en lo que hoy es Coveñas, frente a una hermosa playa virgen, Don Julián Patrón construyó una casa con techo de palma y paredes de bahareque a la que llamó La “Casa de la Punta”, más tarde conocida como la casa grande de Madre de Dios o simplemente Madre de Dios, donde estableció su vivienda y fue sede de sus actividades comerciales y de recreo para su familia. Los capataces, trabajadores de oficios varios y algunos de los vaqueros habitaban también en doce casas de palma y bahareque construidas en los alrededores de la casa grande en el complejo habitacional de Madre de Dios. La inusual altura de la casa grande de Madre de Dios, su techo de palma, blancas paredes de bahareque, puertas dobles con trancas interiores, los árboles que en su derredor la proveían de sombra y la proximidad de la brisa del mar, hacían de la estancia un sitio de especial frescura y tranquilidad. Esta casa probablemente fue construida a finales del siglo XIX, cuando se encontraban en auge el negocio de cocos y se incrementaba la ganadería de las haciendas de Don Julián Patrón. En 1939 esta casa y sus alrededores fueron remodelados para continuar sirviendo como sitio de esparcimiento de los funcionarios de la empresa Sagoc, que llegaba a realizar labores de exportación de petróleo desde Coveñas.