Resumen
La vocación al servicio es un valor innato al ser y transversal a la actividad que se
desarrolle para ayudar al bienestar y desarrollo de otras personas, pero, qué mayor
expresión del logro de este deseo que la imagen de satisfacción y agradecimiento en el
rostro de aquellas personas a quienes hemos aportado en la mejora de su calidad de vida.
Justo este impulso de servir llevó a la familia Arcila Ochoa, quienes se desempeñaban en el
campo de la educación en la ciudad, a considerar el campo de la hotelería boutique como
una oportunidad para vincularse aún más con ese deseo íntimo y natural de hacer sentir
bien a los demás. Si bien no tenían experiencia en este sector económico, su pasión por
servir y a la vez lograr el contacto con personas de diferentes culturas les dio la inspiración
que necesitaban.
Hacia el año 2005, la demanda de habitaciones de hotel en la ciudad de Cartagena estaba
cubierta en gran parte por las grandes cadenas hoteleras cuyos modelos de servicio
mostraban debilidad en la personalización de ambientes temáticos dirigidos o gustos
exclusivos, dando espacio a la hotelería boutique, la cual para la época aún no tenía un gran
desarrollo en la ciudad y cuyo formato general buscaba dar respuesta a los gustos y
necesidades particulares de clientes. La combinación del momento histórico para la
oportunidad de negocio en el segmento boutique y la pasión hacia el servicio de la familia
Arcila Ochoa, dieron el impulso final para tomar la decisión de gestionar la materialización
del sueño de iniciar un proyecto que satisficiera su vocación de servir en un nuevo
escenario, el segmento de la hotelería boutique.