Abstract
Víctima de la globalización, del historiador James Henderson, señala un punto de inflexión que casi ningún texto sobre la violencia reciente en Colombia ha reparado: el proceso de fortalecimiento del estado como consecuencia de tres décadas de guerra. A pesar de tantas expresiones de desafío al monopolio de la fuerza, de tanta fragmentación en el control del territorio, de tantas economías al margen de la legalidad y de tanta sensación de zozobra institucional, el estado colombiano ha experimentado un proceso de fortalecimiento asombroso. Para sorpresa de todos, la guerra ha contribuido al proceso de construcción de estado - no bajo una trayectoria lineal similar a las guerras que en Europa formaron los modernos estados-nación, sino bajo los apremios y desafíos que supuso un conflicto interno que gravitaba en torno al narcotráfico