Abstract
Al pronunciar unas palabras de presentación de Cartagena de Indias en el siglo XVIdebo aludir a cierto enigma que acompañó mi lectura de los diez ensayos, los siete comentarios referidos a ellos y el prólogo de sus editores, Haroldo Calvo Stevenson y Adolfo Meisel Roca.El enigma surgió sin que, por razones de esa cortesía que termina por estable-cer la amistad, y en buena hora en medio de una sociedad que ve derrumbarse los vínculos tradicionales, yo me atreviera a plantearlo a los autores de la aventura intelectual que hoy nos congrega, tan incitante como oportuna, tan oportuna como renovadora, y tan renovadora como fecunda y para anunciarlo desde ya, al lado de su temporalidad: siglo XVI, tan actual.