Abstract
“Las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran
cómo aprovechar el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de las personas en
todos los niveles de la organización” (Senge, 1998, p. 12).
Sin duda alguna, la necesidad de las organizaciones por ser sostenibles en el
mercado ha generado una cultura basada en el conocimiento, cuyo propósito es
generar valor a través de aquellos recursos o activos intangibles. Estos activos se
apartan de los principios de contabilidad tradicionales pues involucran
conocimientos, habilidades, valores y actitudes de las personas, capacidades
generadas en la organización cuando se movilizan los demás recursos; lo que
dificulta su medición o valorización. Sin embargo, esta dificultad no ha impedido
que surjan enfoques derivados de diferentes autores en la medición y gestión de
intangibles.
Cada organización o empresa estructura su propio modelo de gestión de
conocimiento, lo que significa que adapta la teoría (modelo de Nonaka y Takeuchi,
modelo de Grant) a la práctica, determinada por factores como el tipo de
organización, su objeto social, sus formas de operar, de su estrategia y los retos
direccionadores que se pretenden alcanzar.
El modelo de gestión de conocimiento de Cotecmar se fundamenta en tres
pilares: innovación, aprendizaje y conocimiento, todos ellos generadores de
ventaja competitiva, engranados bajo un elemento, el liderazgo.