Abstract
La salud mental se relaciona con emociones, pensamientos y comportamientos.
Una persona con buena salud mental es generalmente capaz de manejar los
eventos y obstáculos de la vida diaria, trabajar para alcanzar metas importantes y
funcionar de manera efectiva en la sociedad. Sin embargo, aún pequeños
problemas de salud mental pueden afectar las actividades cotidianas, en una
medida tal, que los individuos no pueden funcionar como quisieran o como se
espera dentro de la familia y la comunidad. En el mundo, aproximadamente 450
millones de personas padecen de un trastorno mental o del comportamiento, pero
sólo una pequeña minoría recibe el tratamiento más elemental. En los países en
vías de desarrollo, a la mayoría de las personas con enfermedades psiquiátricas
graves se les deja que afronten como puedan sus cargas personales, como la
depresión, la demencia, la esquizofrenia y la dependencia a drogas, a muchas de
ellas su enfermedad las convierte en víctimas y en sujetos de estigmatización y
discriminación. En los años 1990 y 2000, la Organización Mundial de la Salud realizó
los estudios mundiales de carga de la enfermedad (Global Burden of Disease -
GBD). En el GBD 1990, se estimó que los trastornos mentales y neurológicos eran
responsables del 10,5% del total de años de vida ajustados por discapacidad
(AVAD) perdidos por todas las enfermedades y lesiones; para el año 2000, esta cifra
se estimó en un 12.3%. Entre las 20 causas principales de AVAD para todas las
edades figuran tres trastornos psiquiátricos: los trastornos depresivos unipolares,
las lesiones auto infligidas y los trastornos por consumo de alcohol; y para el grupo
de 15 y 44 años de edad, se ubican 6 de los trastornos psiquiátricos: los trastornos
depresivos unipolares, los trastornos por consumo de alcohol, las lesiones auto
infligidas, la esquizofrenia, el trastorno afectivo bipolar y el trastorno de angustia. Si
se considera únicamente el componente de discapacidad de la carga, las
estimaciones del GBD 2000 muestran que las enfermedades mentales y
neurológicas son responsables del 30.8% de todos los años de buena salud
perdidos por discapacidad.