Abstract
El afrontamiento es definido por Lazarus y Folkman (1986), como un
conjunto de aquellos esfuerzos cognoscitivos y conductuales constantemente
cambiantes que se desarrollan para manejar las demandas específicas
externas y/o internas que son evaluadas como excedentes o desbordantes
de los recursos del individuo (Rueda y Aguado, 2003) Simultáneamente, se
define al cáncer como una enfermedad de origen multifactorial que se
desarrolla tras largos períodos de latencia. En todas las edades, el cáncer es
el resultado final de la interacción de dos clases de determinantes, el
genético (endógeno) y el ambiental (exógeno) (Ferrís, Tortajada, Ortega,
López y Aliño, 2004)
El cáncer ataca al 25% aproximadamente de los niños en el mundo y sus
principales tipos en la infancia son: leucemia, linfomas (hodgkin y no
hodgkin), tumores cerebrales, neuroblastomas, retinoblastomas, tumor de
Wilms osteosarcoma, tumor de Ewing y Rabdomiosarcoma (López,
Montesdeoca y Rodríguez, 2003)