Abstract
La presente tesis es resultado de constantes preguntas y restricciones que he
enfrentado como ciudadano y profesional desde regresé a Cartagena de Indias a finales de
2007. Durante ese tiempo he trabajado en el gobierno de la ciudad, enseñado ciencia
política y estudiado las relaciones entre el desarrollo y la cultura.
En el sector público observé cómo los programas y proyectos eran concebidos de
una manera y luego se implementaban de otra. Allí, me correspondió formular e
implementar un programa que se venia realizando por diez años en Bogotá. La empresa
contó en su etapa de formulación con la asesoría de dos personas que trabajaron en el
programa bogotano, luego, se contrataron profesionales locales con quienes se realizaron
algunos ajustes para su implementación local. Un año más tarde, los mismos asesores
observaron que los programas eran muy distintos; resultados que Bogotá pretendió en una
década se obtenían en Cartagena en meses y resultados que se obtenían fácilmente en
Bogotá eran prácticamente imposibles de alcanzar en Cartagena. De manera paralela
ingresé a la Maestría en Desarrollo & Cultura, y desde luego, mi mayor interés se centró en
qué tanto la cultura incide en la implementación de las políticas públicas y por lo tanto, en
el proceso de desarrollo.
En los últimos dos años, luego de dejar el sector público, se profundizó mi vínculo
como profesor en el Programa de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la
Universidad Tecnológica de Bolívar; enseñando: Políticas públicas, introducción a la ciencia
política, comunicación política, relaciones internacionales, y haciendo seguimiento a las
prácticas profesionales.