Abstract
Son varias las definiciones con las que se cuenta en la actualidad con
respecto a los riesgos psicosociales, pero en términos generales todas
confluyen en aceptar que los factores de riesgo psicosocial son el producto de
todos aquellos aspectos relacionados con la concepción, organización y
gestión del trabajo, así como su contexto social y ambiental, que tienen la
potencialidad de causar daños físicos, sociales o psicológicos en los
trabajadores. (Agencia Europea de Salud y Seguridad en el Trabajo, 2000).
Como preámbulo a una definición que compile los aspectos anteriormente
mencionados, es indispensable mencionar la propuesta en 1989 por el Comité
Mixto de la Organización Internacional de Trabajo – OIT y la Organización
Mundial de la Salud –OMS–, quienes definieron los factores de riesgo
psicosocial como las condiciones del puesto de trabajo y el entorno, tales como
el clima y la cultura de la organización, las funciones laborales, las relaciones
interpersonales y el diseño y contenido de las tareas. Sin embargo, este
concepto se extiende también al entorno existente fuera de la organización,
como es el caso de las tareas domésticas y aspectos del individuo
(personalidad y actitudes) que pueden influir entre otros, en la aparición de
diferentes patologías en los sitios de trabajo.
Considerando lo anterior y enfatizando en la importancia de dar un
adecuado manejo a este tipo de riesgos y las consecuencias para el trabajador
a nivel psicosocial, reflejadas especialmente en aumento de patologías
derivadas del estrés laboral, desajustes de tipo emocional y violencia laboral,
entre otras, el Ministerio de la Protección Social emitió la Resolución 2646 de
2008, la cual establece los lineamientos para la identificación, manejo y control
de los factores de riesgo psicosocial. Esto hace indispensable que las
organizaciones realicen este tipo de estudios, en primer lugar para generar
propuestas de mejoramiento y en segundo lugar para dar cumplimiento a la
mencionada Resolución.