Abstract
El constante empeño de las empresas en minimizar los costos de producción y
aumentar la competitividad en el mercado, ha impulsado a las industrias a
implementar en sus instalaciones plantas de generación de potencia, con el fin de
suplementar el alto consumo de energía necesario para los procesos de
producción en la misma. La energía eléctrica junto con la térmica constituyen los
principales insumos de alto costo en todo proceso de producción. Como una
posible solución a este problema muchas industrias optan por la implementación
de centrales de cogeneración con la finalidad de aumentar la eficiencia de dicho
proceso. Además, salvaguardar el medio ambiente y los recursos naturales, en
especial los combustibles no renovables, son contenidos de gran jerarquía
actualmente, ya que estas medidas propician el crecimiento económico y social,
favoreciendo de manera directa al desarrollo empresarial.
La producción de energía eléctrica supone una gran cantidad de consumo de calor
que no todo puede ser aprovechado en dicha generación y se desperdicia al
ambiente. La necesidad de aprovechamiento de esta energía residual mediante
una caldera recuperadora surge como una alternativa de ahorro energético para
cualquier industria que entre sus procesos necesite energía térmica en forma de
vapor, y de esta manera abrirle campo a la cogeneración