Resumen
Un sistema de acondicionamiento de aire diseñado correctamente, debe estar
enfocado al ahorro energético. Para tal fin debe contar con equipos eficientes, uso
de combustibles económicos o fuentes de energía alternativas y una indispensable
operación correcta, mediante temperaturas, velocidad de distribución de fluidos,
tiempos de utilización y sistemas de control óptimos. Además es de vital
importancia, la aplicación de un adecuado aislamiento térmico y la mejora en la
hermeticidad de las edificaciones, dado que ello implica equipos más pequeños
con menor consumo energético durante toda la vida útil.
Hoy día, es necesario hacer frente al incesante aumento de consumo de energía
debido a la escasez de fuentes y recursos renovables. Es por ello que se hace
necesario crear una cultura de ahorro energético que permita hacer uso de los
recursos existentes de la mejor forma posible. El campo de la refrigeración no es
ajeno a ello. Debido a que los sistemas de acondicionamiento de aire constituyen
el principal consumidor de energía en los edificios1
, es indispensable optimizar de
la manera más eficiente posible estos sistemas. Existen diversos parámetros que
deben estar claros a la hora de realizar un diseño o evaluación de este tipo, por
ejemplo, es fundamental conocer la situación y condiciones en su real dimensión,
como pueden ser, la cantidad a ahorrar y el volumen de los consumos, lo cual
requiere una medición o evaluación objetiva de los procesos energéticos que
intervengan, para así esbozar de manera más real y exacta las tecnologías o
metodologías a emplear.