Abstract
Uno de los principales obstáculos que enfrentan las organizaciones del sector
es la ausencia de métodos, procesos y procedimientos documentados y
actualizados. La falta de documentación, no permite tener una memoria
organizacional, concentrando ésta en individuos aislados interpretando y
aplicando cada cual los procesos a su manera. En estas circunstancias es muy
difícil definir parámetros de rendimiento, establecer normas o definir metas de
resultados.
Es bien sabido que todas las organizaciones tienen un objeto social definido, lo
cual significa que existen para cumplir una o varias funciones. En el desarrollo
de su misión las organizaciones deben ejecutar diversos procesos operativos,
cuyos resultados determinan el éxito o fracaso en sus más importantes
objetivos. Es por lo tanto de primera importancia que la organización tenga
claros los procesos vitales, claves para que pueda cumplir a cabalidad con sus
objetivos. Los procesos vitales se reflejan en la estructura organizacional,
asignando a las áreas responsables la jerarquía y funciones que corresponden.
La gerencia de procesos, responde a los principios de igualdad, moralidad,
eficacia, economía, celeridad e imparcialidad, que la institución debe tener
como normas administrativas. Dentro de éstos juegan un papel importante la
racionalización de los trámites, con el fin de mejorar la eficiencia y la eficacia, al
simplificar los procesos y operaciones, concentrando los esfuerzos en los
aspectos más relevantes de la gerencia. Por lo tanto, una organización
moderna orientada a los procesos, se ocupa de diseñarlos, medirlos con
precisión, controlarlos, mejorarlos, y velar para que todos lo entiendan.