Abstract
Es evidente que la globalización ha impuesto cambios inexorables en la actividad
económica y empresarial colombiana. En el contexto de la economía abierta, la expansión
económica ha generado nuevos sectores y desestructuró otros que rápidamente se rezagan y
pierden competitividad. Por tanto, en un contexto económico caracterizado por cambios
rápidos y complejos, donde la competitividad y la calidad son un imperativo, las
organizaciones cada vez tienen mayor necesidad de iniciar rápida y eficazmente cambios
alterando sus estructuras empresariales vigentes, para facilitar la incorporación de
esquemas de modernización organizativa, acordes con las exigencias del mercado.
Con relación al sector comercial se puede hablar de un ambiente en donde las empresas ya
han tomado la decisión de modernizarse o tienen claro un referente de modernización
administrativa y tecnológica; sin embargo, estudios sobre la innovación en las
organizaciones industriales de Colombia muestran que
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, si bien los directivos expresan una
fuerte convicción por la necesidad de cambio y dicen estar comprometidos con éste, los
resultados indican que tal compromiso dista mucho de ser llevado a la práctica.
Este es el caso de las empresas que conforman las Mipymes distribuidoras de calzado en la
ciudad de Cartagena, que a pesar de ser considerado como un sector importante del
comercio local, sus negocios todavía necesitan una gran dosis de innovación que les
permita desenvolverse en un ambiente de competitividad, tecnología e información, si
quieren permanecer siendo competitivas en el mercado. Esta necesidad se ha venido
ventilando y concretando recientemente, pues dadas las nuevas reglas de juego en el ámbito
nacional y mundial, los modelos tradicionales de competitividad diseñados para manejar la
complejidad, no son una respuesta para producir el cambio que requieren.