Abstract
Desde entonces, su presencia en festivales de jazz en el país no es extraña, aunque es menor de lo que sus aficionados quisiéramos, ya que pueden pasar fácilmente varios años entre una visita y otra. No obstante, es gracias a estos festivales que ha estado en algunas de las más importantes ciudades: Medellín, Cali, Barranquilla, Pasto, Cartagena, Montería, Mompox y Sincelejo, han disfrutado de su presencia. Aunque quizás quien más disfruta es él, visitando a su país. En particular, cuando habla de su presentación en Sincelejo, su ciudad natal, su alegría se desborda y cuenta, con gran diversión e interrumpido por su propia risa, una anécdota que muestra su disfrute por las pequeñas cosas y por el ingenio, la picardía y el repentismo de la cultura que él, más de medio siglo después de haberla abandonado, sigue considerando suya.