Resumen
Desde la aparición del hombre, este se ha dedicado a diferentes oficios para asegurar su supervivencia: caza de animales, recolección de hojas secas, trabajar la tierra, fabricar herramientas útiles para cortar la carne o ramas e incluso como armas para su defensa en épocas de caza, logrando desarrollar habilidades particulares que facilitaban su supervivencia (Barahona, s.f.).A raíz de esto nace el trueque, el cual se remonta a la época del neolítico y se puede considerar como una de las primeras formas de hacer negocio y de conseguir un beneficio entregando algo que se consideraba propio, ya sean pieles, frutas o incluso terrenos, es decir, se daba un intercambio, un dar y recibir, según las necesidades que iban teniendo cada una de las comunidades que habitaban, esto para poder contribuir a mejorar las condiciones de vida, lo cual trajo consigo un proceso de evolución que acarreó cambios en el comportamiento cotidiano de las personas, revolucionando incluso las formas tradicionales de cocción o fermentación de los alimentos remplazándolos por procesos industrializados que poco a poco alteraban las características iniciales de los mismos lo cual desató un sinfín de problemas de salud (Barahona, s.f.).6