Abstract
Durante los últimos años, Colombia ha mostrado un elevado interés e importancia por la migración procedente de Venezuela que se ha evidenciado de manera significativa en los diferentes territorios del país, puesto que, la población venezolana se ha visto forzada a migrar por causa de los problemas económicos, sociales y políticos que repercuten en su lugar de procedencia al considerarse las principales fuerzas propulsoras del fenómeno migratorio. Cabe resaltar que la migración está vinculada a las condiciones internas que se evidencian en un determinado territorio y las repercusiones que pueden desencadenarse entre sus habitantes (Muñoz, 2002). Es por ello que, gran parte de la población venezolana ha resultado afectada en su ya precaria calidad de vida. En consecuencia, Colombia al ser país vecino, tiene un sustancial rol en la compleja situación donde se halla implicado. Por lo que debe estar en la facultad de analizar sus condiciones internas para así efectuar, no solo un plan estratégico para beneficiarse oportunamente de los recursos y/o la implementación de las políticas públicas, sino que, adicionalmente, logre una forma eficaz de enfrentar la movilidad internacional, debido a que el impacto de la migración se observa en gran medida durante el desarrollo de la dinámica social; es por ello que el estado 7 mediante “la política pública de gestión de la inmigración define el acceso a la ciudadanía, residencia legal u otros derechos de los migrantes” (López y Toledo, 2018,p.103).