Abstract
El envío de remesas de trabajadores residentes en el exterior hacia su lugar de origen,
en los últimos años se ha convertido en ingresos importantes para los países donde se
origina este fenómeno. Se escucha frecuentemente que van en aumento y que
constituyen un buen porcentaje del PIB, por esta razón se han constituido en un tema
importante y trascendental, pues con estos recursos se puede contribuir al desarrollo
económico del país, siempre y cuando se utilicen de forma eficiente, es decir se les de
un uso productivo.
Este importante fenómeno migratorio en Colombia, a nivel internacional, se da con
mucha frecuencia en sus diferentes ciudades, originada probablemente por diversas
causas, entre otras: la falta de empleo y oportunidades, extorsión, secuestro y en
general por la situación que atraviesa Colombia debido al conflicto armado. Estas
realidades llevan a muchos colombianos a salir y emigrar para mejorar su calidad de
vida y acceder a otras oportunidades.
Pero a pesar del significativo impacto que las remesas producto de las migraciones
ocasionan en todos los ámbitos de la vida nacional y familiar, ha sido muy poca la
gestión del gobierno por frenar estas migraciones adelantando proyectos y/o
programas tendientes a prevenir que miles de colombianos vayan a otros países a
pasar necesidades y sobre todo alejarlos de su familia. Pero desafortunadamente este
fenómeno migratorio es una opción porque a través de los envíos de dineros que
remiten al país de origen pueden contribuir a minimizar el impacto de la crisis
económica, de la pobreza e indigencia, convirtiéndose de esta manera en el principal
rubro de divisas para el país. Su impacto no solo incide a nivel macroeconómico, sino
también a nivel de los hogares y del mismo migrante